La ingesta de un vaso de whisky, dos copas de vino o
dos vasos de cerveza podría costarle a un conductor desde la suma equivalente a
cinco salarios mínimos hasta el pago de multas considerablemente mayores, prisión
y la retención de su vehículo, dependiendo de las circunstancias en que se
determine su consumo de alguna de estas bebidas alcohólicas así como las
consecuencias de su violación a la ley y su historial de infracciones.
Esto así a partir de la entrada en vigencia de la
nueva ley 63-17, que rige los asuntos de tránsito y la implementación del uso
de alcoholímetros para medir la cantidad de alcohol en la sangre de los
conductores, que son parte de las medidas adoptadas con el objetivo de reducir
los accidentes de tránsito, que el año pasado dejaron un saldo de 1,989 muertes.
De acuerdo al doctor Leonel Ureña, director nacional
del Programa de Reducción de Muertes por Accidentes de Tránsito (Premat),
dependencia del Ministerio de Salud Pública, con sólo dos copas de sidra, dos
de cerveza, copa y media de vino, un trago de whisky o trago y medio de ron, es
suficiente para que el grado de alcoholemia en una persona sea de 0.5 gramos
por litro en la sangre o 0.25 miligramos por litro en el aire espirado, niveles
que no pueden ser excedidos de acuerdo a la nueva ley 63-17 de Movilidad,
Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial.
Ureña, doctor en medicina familiar y con un máster en
seguridad vial, afirma que medicamente se ha establecido que con niveles
superiores de alcohol en la sangre, las personas pierden las facultades
indispensables para poder desenvolverse con la prudencia y precisión requeridas
en la conducción de vehículos de motor.
Y añade que el uso de los alcoholímetros representa
un método confiable para desestimular a los conductores a consumir alcohol
cuando están al volante, de acuerdo a experiencias internacionales.
El endurecimiento de las sanciones por infracciones
de tránsito y la implementación del uso de los alcoholímetros son parte de las
medidas adoptadas como muestra de la preocupación de las autoridades por
reducir a su mínima expresión las muertes por accidentes de tránsito, según
afirma la ingeniera Claudia Franchesca De los Santos, directora del recién
creado Instituto Nacional de Transporte Terrestre (Intrant), en el que se
concentran prácticamente todas las funciones regulatorias de la circulación de
vehículos de motor en el territorio nacional.
Alcoholímetros entrarían en vigencia en primeros
meses del 2018
De los Santos afirma que los alcoholímetros se pondrán
en uso a partir del primer trimestre del año próximo, y que hay expectativas muy
positivas en torno al resultado de esa medida, como lo demuestran las
experiencias de otros países.
Dijo que la medida está encaminada a disminuir los
accidentes de tránsito en el país, los cuales provocaron la muerte de 1,989
personas durante el año 2016, de acuerdo a datos de la Oficina Nacional de
Estadísticas (ONE).
Para tales fines, el organismo que dirige De Los
Santos recibió de la Alianza Internacional Para el Consumo Responsable (IARD) la
donación de ocho alcoholímetros y 32 alcoholímetros de tamizaje, con los que
fueron entrenados por tres días por un personal norteamericano agentes de Amet
que tendrán a su cargo la implementación de esta modalidad.
El Intrant también realizó un simulacro de operativo
con losalcoholímetros como parte de los entrenamientos a que han sido sometidas
las personas que tendrán a su cargo el uso de estos dispositivos.
El uso de los alcoholímetros estará a cargo de
unidades de servicios llamadas retenes, que constan de agentes de la Amet, una
grúa, un fiscal, una ambulancia y conos para delimitar el área donde son
ordenados a detener los vehículos, para medir el grado de alcohol de sus
conductores.
Sobre la clasificación de los dispositivos, la
directora del Intrant explicó que “son dos alcoholímetros, el primero determina
si hay consumo de alcohol o no. Si no lo hay, el conductor se deja ir, pero si
se determina que está tomando, entonces el conductor pasa al otro alcoholímetro
(el de tamizaje) que es el que sí determina cuál es el nivel de alcohol del
individuo, a seguidas se identifica si se pasa de nivel establecido por la ley,
y entonces ejecutar todos los procedimientos que la ley establece”.
La funcionaria precisa que el alcoholímetro de
tamizaje es un equipo más sofisticado donde hay un lector de la banda de la
licencia de conducir. “Inmediatamente se pasa tu licencia la información entra
al alcoholímetro y si hay alguna información adicional que llenar también te da
la opción”, dijo.
“Dependiendo de la necesidad entonces veríamos si
habría que adquirir otros. Pero entendemos que con éstos ocho nosotros podemos
llevarle el mensaje que queremos a la ciudadanía, que es que las personas no
conduzcan cuando tienen altos niveles de alcohol en la sangre”, añadió.
Al ser consultada sobre la cantidad de alcoholímetros
que tiene previsto adquirir la entidad estatal para su implementación regular
en el país, De Los Santos expresó que aún desconoce cuántos aparatos necesitarían
y por ende la inversión económica que conllevaría.
“Primero nos vamos a manejar con esta donación, con
este entrenamiento entonces iremos viendo dónde se va creando la necesidad y
dependiendo de la misma, entonces ya miraríamos esa parte, pero en este momento
el plan de trabajo es con esos ocho retenes que podemos implementar al mismo
tiempo”, manifestó.
Sanciones a infractores de ley de tránsito
El artículo 256 de la ley 63-17 de Movilidad,
Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, establece que: “Se prohíbe a
los conductores de vehículos ingerir bebidas alcohólicas mientras transitan por
las vías públicas o conducir en estado de embriaguez”.
Agrega que “las personas que incurran en la violación
a esta disposición serán sancionadas con una multa equivalente de cinco (5) a
diez (10) salarios mínimos y la reducción de los puntos de la licencia que
determine el reglamento, sin perjuicio de las disposiciones relativas a la
suspensión de la licencia de conducir”.
Si se multiplica el salario mínimo del sector público
centralizado, que actualmente es de RD$5,117.50, significa que el que incurra
en la violación de la Ley tendría que pagar desde RD$25, 585.50 hasta RD$51,175.50.
En tanto que el artículo 258 dicta que: “Se
considerará ilegal conducir un vehículo de motor por las vías públicas, cuando
el grado de alcoholemia sea superior a 0.5 gramos por litro en la sangre, o 0.25
miligramos por litro en el aire espirado, según resulte de la alcoholimetría
realizada por la DIGESETT”.
La ley contempla otras sanciones como determinado
tiempo de prisión, la retención del vehículo y la suspensión de la licencia de
conducir, dependiendo de las circunstancias en que se produzca la infracción y
las consecuencias como pérdidas de vidas y daños a la propiedad pública y
privada así como a terceras personas.
La ley establece también que cuando un conductor
supere los niveles permitidos de alcohol en la sangre, se le retenga el vehículo,
que no le será entregado hasta tanto se disipe el efecto del alcohol o se
presente algún familiar a reclamarlo en su nombre.
Forma de pago de las multas
Los conductores que den positivo a la prueba de
alcoholemia serán multados por el agente de Amet actuante.
La directora del Intrant dijo que con el nuevo
sistema de multas el ciudadano que resulte multado podrá pagar la infracción
durante los primero 30 días sin ningún tipo de recargo, vía internet o a través
del Banco de Reservas y demás, siempre que no tenga ninguna objeción con la
multa impuesta.
En tanto si la persona multada no lo hace en el plazo
establecido, pasará a los tribunales de tránsito, todo a través de un proceso
que será establecido por los reglamentos correspondientes.
De acuerdo a la funcionaria, el conductor que no
pague la multa no podrá renovar la placa, el seguro, la licencia, obtener el
papel de buena conducta, ni podrá recibir la inspección técnica vehicular.
Cuando el Intrant disponga el uso de estos aparatos,
posiblemente en los primeros meses del próximo año, como lo ha anunciado su
directora, no será la primera vez que se implemente su práctica en el país.
Durante el año 2007, siendo Franklin Almeyda Rancier,
Secretario de Interior y Policía, se adquirieron 1,200 alcoholímetros y 120 mil
pitillos para medir el grado de alcohol de los conductores.
Para la adquisición de estos equipos, la dependencia
estatal invirtió RD$3.6 millones equivalentes a US$108,534.24, a la tasa del
momento, de acuerdo a archivos periodísticos.
Los alcoholímetros permanecieron en uso por poco
tiempo, y la medida fue considerada como un fracaso.
Fuente El Nuevo Diario/ Rafael Zapata G.